Los términos enteógeno, psicodélico y alucinógeno se utilizan a menudo para referirse a sustancias que producen cambios en la percepción, la conciencia y el estado de ánimo. Sin embargo, no son sinónimos y tienen diferencias importantes que conviene conocer.
Un alucinógeno es una sustancia que provoca una alteración en la percepción sensorial, lo que puede generar una experiencia psicodélica. Las personas que consumen alucinógenos pueden experimentar distorsiones visuales, auditivas y táctiles, así como cambios en la percepción del tiempo y el espacio. Los alucinógenos más comunes son el LSD, la mezcalina y la psilocibina, que se encuentra en los hongos alucinógenos.
Un psicodélico es una clase de alucinógeno que produce profundos cambios en la conciencia, el pensamiento y la emoción. Los psicodélicos pueden inducir estados de introspección, creatividad, euforia, misticismo o terror, dependiendo de la dosis, el contexto y las características personales del consumidor. Los psicodélicos más conocidos son el LSD, la psilocibina, la DMT y el peyote.
Un enteógeno es un tipo de psicodélico que se utiliza en un contexto ritual o religioso para inducir estados de conciencia alterados que se consideran sagrados o espirituales. El término "enteógeno" proviene del griego "enteos", que significa "Dios dentro de nosotros". A diferencia de los psicodélicos, que se consumen principalmente por sus efectos recreativos o terapéuticos, los enteógenos se utilizan para conectarse con lo divino o lo trascendente en una ceremonia o ritual religioso. Algunos ejemplos de enteógenos son la ayahuasca, el iboga y el soma.
Como se puede observar, los tres términos tienen una relación jerárquica: todos los enteógenos son psicodélicos, y todos los psicodélicos son alucinógenos, pero no al revés.
Además, cada término tiene unas connotaciones específicas que reflejan el uso y el propósito de las sustancias.
Efectos de los Alucinógenos
Los alucinógenos tienen un efecto principalmente perceptivo y sensorial, los psicodélicos tienen un efecto principalmente cognitivo y emocional, y los enteógenos tienen un efecto principalmente espiritual y religioso.
Los usos y los efectos de estas sustancias varían según el tipo, la dosis, el individuo y el entorno. Los alucinógenos pueden tener efectos positivos como aumentar la creatividad, la imaginación, la sensibilidad o el placer, pero también pueden tener efectos negativos como provocar ansiedad, pánico, paranoia o psicosis.
Efectos de los Psicodélicos
Los psicodélicos pueden tener efectos beneficiosos como facilitar la introspección, la autoconocimiento, la resolución de conflictos o la curación de traumas, pero también pueden tener efectos adversos como desencadenar recuerdos dolorosos, alterar el juicio o causar despersonalización.
Efectos de los Enteógenos
Los enteógenos pueden tener efectos trascendentales como propiciar experiencias místicas, revelaciones divinas o una conexión con la naturaleza, pero también pueden tener efectos peligrosos como inducir delirios, alucinaciones o una pérdida de contacto con la realidad.
En conclusión, los términos enteógeno, psicodélico y alucinógeno no son equivalentes y tienen significados distintos que reflejan las características, los usos y los efectos de las sustancias que engloban. Es importante conocer estas diferencias para evitar confusiones y malentendidos a la hora de hablar sobre estas sustancias.
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