Una revisión sistemática de estudios e informes biomédicos publicados entre 1966 y 2018 encontró evidencia de que la ayahuasca es segura cuando se supervisa, puede tener efectos psicológicos positivos, puede mejorar las capacidades relacionadas con la atención plena, podría ser potencialmente beneficiosa para tratar la adicción a las drogas, se muestra prometedora para ayudar con la depresión y síntomas de ansiedad, además de mejorar la regulación emocional.
Además, el mismo estudio sugirió que el consumo de ayahuasca aumenta la plasticidad cerebral al cambiar los patrones de actividad en las redes neuronales clave conectadas con el procesamiento de la creatividad. Específicamente, las personas informaron una mayor percepción de sí mismos luego de la experiencia de participar en una ceremonia o ritual de ayahuasca. Esto sugiere beneficios potenciales para la salud mental, como mejores habilidades de regulación emocional o una mejor comprensión del propio proceso de pensamiento.
Los beneficios de expansión de la conciencia del turismo de ayahuasca están ganando terreno en la comunidad científica. En un estudio reciente, un grupo de científicos de la Universidad de Berkeley analizaron los efectos de la ayahuasca en el cerebro y concluyeron que el alcaloide DMT, que se encuentra en la planta, puede ser una potente herramienta para el tratamiento de la depresión y otros trastornos mentales
Los estudios clínicos aseguran que los psicodélicos, incluidos el DMT y la ayahuasca, son sustancias más seguras que la cocaína, los opiáceos o incluso la nicotina y el alcohol, de uso generalizado, con la ventaja de carecer del potencial de abuso característico de estas sustancias o drogas.
Según los científicos, los informes de síndrome de abstinencia después de la terminación del consumo de DMT son desconocidos, ya que no se ha informado en humanos sobre la búsqueda compulsiva de drogas precipitada por el consumo de DMT o ayahuasca. El DMT, principal componente psicoactivo de la ayahuasca, ha sido clasificado durante mucho tiempo como estructuralmente simple "molécula espiritual", que se encuentra en más de 50 plantas de la flora sudamericana, incluyendo, pero no limitado a, P. viridis, Desmanthus illinoensis, M. hostilis y otras.
El DMT también es un constituyente endógeno ubicuo de las especies de mamíferos, incluidos los humanos, que se detecta en la sangre, orina y líquido cefalorraquídeo. Por lo que este compuesto químico es producido naturamente por la naturaleza.
Fuentes
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Studies with repeated administration of DMT to volunteers have seen little or no drug tolerance [64,149].
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Ott, J. Pharmacotheon: Entheogenic Drugs Their Plant Sources and History; Natural Products Company: Kennewick, WA, USA, 1993.
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