Tríada y Trinidad
Primero repasemos dos conceptos. El término "tríada" se refiere a cualquier agrupación de tres deidades o dioses o figuras diferentes que son divinas o míticas. Y el término "trinidad" describe una sola divinidad que se manifiesta en tres formas diferentes. Así, se hace una distinción entre una -tríada- como cuerpo-mente-espíritu y una -trinidad-, como el ser humano, desde una visión antropológica.
Las tríadas aparecen en los rituales, mitos, religiones y estructuras económicas y sociales de las culturas de todo el mundo. Las más conocidas son las tríadas: hindú o Trimurti (Brahma, Visnú y Siva); femenina (Saraswati, Lakshmi y Parvati); védica (Agni, Surya y Rudra); la narrativa o cronológica (introducción-nudo-desenlace), metafísica (sat-cit-ananda), psicológica (memoria-comprensión-voluntad), cosmológica (cielo-tierra-infierno), ética (purificación-iluminación-unción); litúrgica (el triple refugio de los budistas), la tríada del cristianismo (padre, hijo y espíritu santo), etc.
Cuerpo-mente-espíritu, el Ser Humano
La tríada cuerpo-mente-espíritu conforma a todo ser humano y es fundamental entender cada parte de la tríada, cómo nos afecta e influye y cuándo y porqué debemos prestarle atención.
El cuerpo es el vehículo que permite experimentar esta realidad material, física, 3d. Nos facilita vivir este universo y tener sensaciones físicas. La mente es la conciencia, alberga al ego, genera pensamientos y es la que nos permite entender la realidad. Tiene polaridad masculina y no creadora, o sea, al servicio propio (se le llama polaridad negativa, pero se refiere exclusivamente a que no es de naturaleza creadora, es solo pensar en sí mismo, sin dar amor a los demás). Y el espíritu es el corazón, la intuición, es la brújula guiadora en esta realidad 3d. El espíritu alberga las emociones y es de polaridad femenina, es decir, el espíritu es de naturaleza creadora, intrínsecamente al servicio de los demás.
Todos debemos cuidar, sanar y entender cada una de las partes de la tríada que nos conforma, ya que un desbalance energético resulta ser muy doloroso, dañino y duradero. Cuando hablamos de sanar o de prácticas de sanación siempre nos referimos al despertar espiritual, a balancear la tríada que nos conforma como seres humanos.
Durante toda la vida deberíamos tener diferentes prácticas de sanación corporal, mental y espiritual. Y, constantemente, debemos reinventar las formas de sanarnos para que nuestra iluminación sea ininterrumpida y realista, ya que cada momento que vivimos genera nuevos recuerdos, emociones y caminos por tomar.
Sanación cuerpo-mente-espíritu
En Nuna Sinsi te proponemos las siguientes prácticas de sanación para que las apliques en tu día a día y avances en tu proceso del despertar espiritual o despertar de conciencia.
Prácticas de Sanación Corporal
- Alimentación sanadora e intuitiva.
Escucha a tu cuerpo. Sé consciente del efecto que tienen ciertos productos en tu cuerpo, estado de ánimo y energía durante el día ¿Cómo está tu proceso digestivo?
Ingiere alimentos que le aporten a tu cuerpo como vegetales, frutas, grasas saludables, etc.
- Mueve tu cuerpo. La energía se manifiesta en el cuerpo y cuando no lo mueves genera dolor y enfermedad porque esa energía se queda atorada, por eso, ¡haz ejercicio!
El Yoga es la práctica más sanadora porque mueve la energía de tu cuerpo y desbloquea puntos energéticos específicos con poses y ejercicios de respiración.
Los deportes de cardio o peso como bailar, correr, jugar fútbol; también ayudan a mover energías.
- Ritmo Circadiano y Alimentación Pránica (luz solar). Ayuda a tu cuerpo a regularse naturalmente.
Baños de sol. La piel del ser humano absorbe la luz del sol al igual que una planta.
La luz solar reduce los niveles de melatonina (hormona que define los ciclos de sueño), ayudándote a estar más despierto.
La luz solar promueve la síntesis de la serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar, mejorando tu estado de ánimo.
Caminar descalzo en la naturaleza. Esta práctica ayuda a filtrar y nutrir el cuerpo mediante la conexión con la madre tierra.
- Sé consciente de lo que consumes. Lo que escuchas, ves, comes, las personas con quienes pasas tiempo, las situaciones en las que te involucras.
Evita consumir noticias tristes, películas y series deprimentes, sustancias dañinas como la nicotina, el alcohol, la mayoría de medicinas farmacéuticas, etc.
Prácticas de Sanación Mental
La energía masculina sana a través del entendimiento. La mente tiene que entender qué fue lo que pasó. Tiene que darle estructura, orden, lógica, razonamiento a la situación; cuando entiendes tus patrones, no los repites; si entiendes algo, ya no te asusta. La sanación de la mente es tranquilizarla, darle paz.
- Meditación. La práctica de meditar te ayuda a conectarte con tu espíritu y a silenciar tu mente. Los pensamientos constantes que juzgan cada situación, persona, momento de tu vida; crean etiquetas, máscaras y patrones que repetimos inconscientemente y esto nos hace daño porque nos mantiene en bajas frecuencias energéticas.
- Ego. Sanar el ego implica aceptarlo como parte tuya, pero no identificarse con este como tu verdadero yo. Permitir que el ego exista en tu mente pero no permitir que controle tu vida.
- Entender tu realidad. Una práctica muy saludable para sanar la mente es aprender. Te recomendamos leer sobre ego, mente, cosmos, religión, conocimiento sagrado, etc.
- Psicoterapia. Tu psicología explica cómo entiendes el mundo, las relaciones, tu propósito de vida. Siempre es recomendable conocerte bien.
Prácticas de Sanación Espiritual
La energía femenina sana a través de la transmutación (perdón, soltar cargas, deshacer karma, cambio interno, cambio de emociones, trabajo de sombras, llorar, trabajo del niño interior, ver el pasado y entenderlo, trabajo espiritual abstracto e interno.
Cuando sale la energía femenina, hay luz.
- Trabajo de sombra. Esta práctica dura toda la vida. Es un trabajo constante porque el avance es poco a poco. Debes incorporarlo en tu vida ya que conforme vas viviendo, vas conociendo más de ti y más de tus sombras, por eso es una práctica de toda la vida.
Tu sombra es todo eso que tu no amas de ti, lo que odias de ti, lo que no integras de ti; todo eso que rechazas como parte de ti y de tu vida. La sombra son todas las facetas tuyas que ignoras o no quieres ver. Tu sombra te persigue toda la vida y se manifiesta en los momentos menos esperados, generando dolor y sufrimiento en ti y en los demás.
Como sabes, la energía no se crea, destruye ni extingue, solo se transmuta. Por eso, el trabajo de sombras es un esfuerzo extraordinario que implica confrontar la oscuridad, el dolor, el miedo, el sufrimiento que tienes guardado y darle luz. Iluminar esa sombra, darle amor a esas partes de ti que niegas y rechazas, para finalmente integrarlas otra vez en ti. Así se sana el espíritu.
Hay diferentes formas de trabajar tu sombra, algunas requieren un profesional guiándote, pero otras las puedes hacer solo. Te recomendamos las siguientes:
Medicina holística como ayahuasca (trabajar los demonios internos)
Limpiar el karma
Hablarle al niño interior - sanar a tu niño interior
Meditación introspectiva
Ho'Oponopono
Trabajar cuerpo energético
Soltar amistades, relaciones, situaciones que te hacen daño. Hazle caso a tu intuición y pregúntate: ¿Cómo me siento todo el tiempo? ¿Cómo me siento con esta persona? No ignores tu intuición, esa es la verdad.
Reparentarte (dinámica en donde si tuviste una mala niñez, tu te conviertes en tu nuevo padre o madre y tu te cuidas, te proteges y te tratas como te hubiera gustado que tus papas lo hicieran - recuerda que tus padres también son seres con sombras)
Purgar las emociones
Todos los trabajos de sombras son prácticas fuertes, pero, si estás consciente de estar en un proceso de sanación, sabes que después de la tormenta, viene la calma. En esta competencia, el que sane más, gana.
La higiene espiritual la descubres cuando tienes un despertar de consciencia. Sucede cuando te das cuenta de que esta realidad física no es todo lo que hay, no es la verdad total. En este momento haces un mejora de conciencia y amplías tu capacidad de albergar y dar amor.
Con esta nueva conciencia, puedes regresar en el tiempo para ir al pasado y trabajar tu sombra. El trabajo de sombra es un viaje en el tiempo. Viajas en el tiempo y arreglas las cosas del pasado.
Recuerda que el camino de la iluminación es lograr balancear las energías de la triada.
Este camino no termina sino hasta la sexta densidad o dimensión, que es cuando empiezas el proceso de absorción a la fuente de energía primaria.
Si esta información resuena en ti, estás en el camino del despertar espiritual. Si no resuena contigo, no te preocupes, ¡sucederá en el momento indicado!
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